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El regreso de la Fujifilm Neopan 100 Acros... II

Un hecho; desde que la probé, la Fujifilm Neopan 100 Acros resultó ser una de mis películas en blanco y negro preferidas, siempre y cuando pueda valer una sensibilidad ISO 100. Muy limitada para lo que se lleva hoy, aunque era la de uso común hace 30 o 40 años. Pero las mejoras de las emulsiones hicieron que poco a poco la etiqueta de polivalente se la llevasen las películas de ISO 400. Y no digamos en digital, conforme la capacidad de la electrónica para amplificar la señal permitió estas sensibilidades con buenos resultados... o más altas todavía. Pero la estupenda gama tonal, la profundidad de las sombras, la nitidez que proporciona y el escasísimo grano, hacían de la Acro, la "chouchou" de muchos fotógrafos. A mí me gustaba mucho. Estupenda para largas exposiciones por su escasísimo fallo en la ley de la reprocidad, que hacía que por encima de unos cuantos segundos de exposición empezase a ser más "sensible" que las películas de ISO 400 por permitir tiempos de exposición más cortos. Y estupenda para los formatos pequeños, por su capacidad para ser ampliada con buena calidad. Ya, en formato medio, un lujo de imagen. Era cara, eso sí. Una película moderna, tecnológicamente avanzada y cara. Más agradable que las de grano tabular de Kodak (T-Max 100) e Ilford (Delta 100) que serían sus principales competidoras.

Pero Fujifilm, haciendo muy poco honor a su marca, empezó una empinada pendiente de abandono del "film" fotográfico, con el carpetazo a muchas emulsiones muy queridas por los fotógrafos. En 2018, abandonó la producción de la Neopan 100 Acros aduciendo una mezcla de razones relacionadas con los costes y con los productos químicos necesarios para su fabricación. Eso sí, con todo el cinismo del mundo, sacaban pecho por la emulación por software de la película en sus cámaras digitales, con lo que mantenían viva la denominación "Acros".

Sorprendentemente, porque los carpetazos que da Fujifilm suelen ser muy definitivos, a mediados de 2019 anunció el regreso de la denominación en una versión nueva, pero muy similar, la Fujifilm Neopan 100 Acros II. Habría algunos cambios en la química para su fabricación, pero se conseguiría un producto muy similar. Incluso los tiempos de revelado, de los que hay muy poca información para la nueva emulsión, serían iguales o similares para los distintos reveladores. A finales de 2019 llegó la nueva película al mercado japonés. No tuve la suerte de poder pillarla yo cuando visité Japón en octubre del año pasado. Y a principios de este año, llegó al mercado europeo. Con precios altos, como era de esperar, y con una sorpresa. La película japonesa no es "made in Japan" sino "made in The UK". Lo más lógico es pensar que el fabricante de la película es Harman Technology Ltd, la empresa fabricante de las películas Ilford y Kentmere. Y se supone que de película bajo otras marcas. Por ejemplo, hay bastante certeza para decir que las recientes Agfaphoto APX 100 y 400 tienen poco que ver con las antiguas Agfapan APX 100 y 400, y que no son más que las Kentmere 100 y 400 con una presentación diferente. ¿Es la nueva Acros II una auténtica descendiente de la Acros original? ¿O es una Ilford disfrazada? Todo parece indicar que se trata de lo primero. A Fujifilm le sale mejor que otro fabrique la película bajo sus especificaciones, en las que habría habido cambios debidos a la disponibilidad y precios de diversos componentes químicos necesarios para su fabricación.

A principios de marzo de este año, encargué por internet unos rollos de la nueva Fujifilm Neopan 100 Acros II. Además con la idea de utilizarlos en un proyectos muy concreto. Dos rollos en formato 120 y otros dos en 35 mm. Probar la película con uno de los de medio formato, usar el otro en unos retratos de unos amigos que tenía pendientes y llevarme los dos de 35 mm de vacaciones de semana santa con una cámara de medio formato (que no formato medio; me refiero a la mitad del tamaño del formato habitual en 35 mm). Y las películas llegaron el sábado 14 de marzo... día que se publicó el Real Decreto-Ley que establecía el estado de alarma en todo el país por la epidemia de covid-19. Adiós a todos esos proyectos... desechados indefinidamente.

Hace un par de domingos, en una mañana soleada y tranquila, decidí probar la película de una vez. Así que cogí la Hasselblad 500CM, le puse el Sonnar 150/4 C T*, cargué un rollo de 120, y me fui a pasear por un animado casco histórico de Zaragoza, cuando estábamos en vísperas de estrenar la "nueva normalidad". Para los tiempos de revelado, tuve que confiar que valían los de la película original como muchos sugería, porque no encontré documentación oficial. Las propuestas existentes en Digitaltruth eran raras. Pero acepté la de revelar en Kodak HC-110 dilución C (1+19) durante 5 minutos a 20 ºC, con una agitación continua en los primeros 30 segundos, y cuatro inversiones tranquilas cada minuto hasta final del tiempo de revelado. Ya adelanto que fue bien.

Fue lo único que fue bien. Por algún motivo, que sólo descubrí más adelante, el tambor de revelado no quedó bien cerrado, tuve que agitar de forma poco convencional para que no se escapasen los líquidos de revelado, y cuando intenté cerrar bien el tambor, a pesar de mis precauciones, entró algo de luz, velando parcialmente los negativos. No obstante, hay superficie suficiente en el material sensible sin afectar para sacar algunas conclusiones.

1. El grano es total y absolutamente imperceptible.

2. La nitidez es amplia.

3. Las condiciones de luz no fueron las mejores, por la dureza de la iluminación, pero con la cuidadosa medición con el Gossen Digisix, a veces de luz incidente y otras de luz reflejada según la situación, todos los negativos resultaron entre muy bien y muy aceptablemente expuestos sin que se empastaran las luces ni se bloquearan las sombras.

4. Sigue siendo una película fácil de manejar, aunque se curva más que las habituales de Ilford, por lo que cuesta más mantenerla plana en el portanegativos. Si la fabrican los británicos, lo hacen con las indicaciones totales de los japoneses, porque las bases de las películas de las Ilford suelen quedar muy planas tras el secado.

5. Si no fuera tan cara, la usaría con frecuencia. No descarto su uso con la pequeña Olympus Pen F, para obtener el máximo de su pequeño negativo. Al fin y al cabo, es el doble de sensibilidad que la Ilford Pan F Plus para una nitidez y granos muy similares.

En fin, aun me quedan tres rollos para seguir investigando las propiedades de la película. Lástima que el verano, y sobretodo, este verano, sea tan poco propicio para buscar ocasiones en las que aprovechar al máximo las características de la película. Da pena gastar 10-12 euros en lo que se puede hacer por cinco.

Más grano con ISO 400 - Olympus Pen F + Lomography Berlin Kino 400

Desde que me llegó la Olympus Pen F, la de hace más de 55 años para película tradicional, no la moderna cámara digital del mismo nombre, la he disfrutado disparando sobre película de baja sensibilidad y grano fino. Es cierto que hay un par de cuestiones que todavía no tengo resueltas. Especialmente, que de vez en cuando me sale alguna foto trepidada... y no sé muy bien por qué. Pero había una cuestión pendiente que... había que ver que tal.

La idea del "medio formato", multiplicar por dos el número de negativos que se pueden obtener de un carrete de película de 35 mm dividiendo por la mitad, aproximadamente, el tamaño de los mismos, es una buena idea, aparentemente, pero con un contratiempo básico. Disminuye la capacidad de ampliación de la imagen. Por las leyes de la física. Con un cuidado diseño y fabricación de los objetivos, están pueden ver mejorada su resolución óptica, lo vemos hoy en día con las excelentes ópticas de Olympus y Panasonic para el formato micro cuatro tercios, o de Fujifilm para el formato APS-C. Pero la película mantiene los límites de resolución sea cual sea el tamaño del negativo. La cantidad de detalle capaz de reproducir por milímetro cuadrado de emulsión no varía, por lo que siempre es preferible de cara a obtener la mayor cantidad de información válida un formato mayor. Pero esto tiene otros problemas... claro. Y además está la cuestión del grano.

El grano es una propiedad inherente de las películas fotográficas. Los pequeños acúmulos de sales de plata que conforman la imagen están ahí. Siempre van a estar ahí. Y son más grandes y visibles cuanto más sensible es la película. Llegando el caso, se hacen muy evidentes y forman parte de las cualidades de la imagen. Unas veces para bien, otras... pues no tanto. Si la estructura del grano no es armoniosa, si no se adapta bien al motivo de la fotografía, o si interfiere en exceso con el detalle fino, es una cualidad negativa. Aunque todos hemos visto, e incluso realizado, en que el grano confiere una estructura estéticamente positiva para una fotografía en concreto. Personalmente, la estructura de la película no me molesta, pero tampoco soy partidario de los granos como pelotones de playa. Y sobretodo, me molesta que interfiera con el detalle fino de la fotografía. Por ello, hasta ahora sólo había probado la Olympus Pen F con películas de sensibilidad muy contenida, ISO 80 en la Rollei Retro 80S e ISO 50 en la Ilford Pan F Plus, con grano escasamente apreciable en ampliaciones normales. Pero había que entrar en terrenos más arriesgados.

Así que cogí un carrete de Lomography Berlin Kino 400, creo que es el tercero que uso de los cinco que me regalaron, lo cargué en la Olympus Pen F y lo expuse a su sensibilidad nominal con el revelado recomendado, Kodak HC-110 dilución B (1+31) durante 7' a 20 ºC. Hay películas de esa sensibilidad con grano menos aparente... pero bueno. Las experiencias hasta el momento no me habían disgustado.

Medí la luz con mi pequeño Gossen Digisix, según los casos sobre luz incidente y otros sobre luz reflejada. Sin mucho problema. Me pareció más coherente que usar el Sekonic Multimaster L-408, porque si de lo que se trata es de llevar un equipo ligero y discreto, el Digisix se ajusta mejor a esas condiciones. Aunque a cambio pierda la medición selectiva de la luz reflejada. No me supone excesivo problema. Una parte del carrete lo expuse haciendo paisaje urbano, como pares de fotografías pensadas para ser pensadas como dípticos, mientras que otra parte me sirvió para documentar el carnaval infantil que se celebró el pasado domingo en Zaragoza.

El resultado... El jurado todavía está deliberando. El problema es el procesado digital de la película. Si el negativo tiene un buen contraste y lo puedes manejar con pocos ajustes de luminosidad y contraste en el procesado tras digitalizar el negativo, el grano es notable pero contenido. Quizá más grosero que otras películas, pero aceptable. Pero si el negativo es muy poco contrastado y quiere mejorar este parámetro en el procesado digital, la presencia del grano se hace muy notable, y me resulta bastante menos aceptable en ocasiones. Siempre se nota más en zonas de tonalidad uniforme. Y no siempre afecta al detalle en las que no tienen esta uniformidad tonal. Pero en alguna ocasión sí que ha afectado al detalle. Este es quizá el principal problema del medio formato, y probablemente una de las causas de que no sobreviviera en el tiempo como una alternativa válida al 24 x 36 mm. Pero eso no quita para que la cámara y la óptica, el F.Zuiko 38/1,8, realicen su labor sin problemas. Realmente la óptica, dado los años que tiene su diseño, me parece brillante, incluso si tiene poca resistencia a la luz frontal. Y eso que le he puesto un parasol... que creo que tiene poca profundidad para la focal de este objetivo.

Se me olvidaba, los negativos han sido digitalizados con la Panasonic Lumix G9 + Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH OIS. Nota: a las ampliaciones de internet, muchos pensarán que estoy exagerando, porque el grano apenas se ve. Pero está.

Olympus Pen F para película tradicional con Ilford Pan F Plus

Vuelvo de nuevo a mi recientemente adquirido ejemplar de una de las creaciones más conocidas del ingeniero Yoshihisa Maitani, la Olympus Pen F, de medio formato (no confundir con el formato medio, en inglés "half frame" vs "medium format"). Os recuerdo que se trata de una cámara réflex con prisma de porro y obturador plano focal rotatorio, con un diseño elegante y reducido. Y con un sistema de objetivos intercambiables de alta calidad. Muy superior a lo honorables objetivos de las compactas de medio formato. Os recuerdo también que lleva un objetivo F.Zuiko Auto-S 38/1,8, con una ángulo de visión similar a un 55 mm en las cámaras para 24 x 36 mm, al que le suelo poner un filtro amarillo B+W que ya tenía por casa, de 43 mm de diámetro.

Me recordaron recientemente que en el nombre de los objetivos Zuiko, la letra que precede a dicha marca, la F en este caso, indica el número de elementos que componen la fórmula óptica del objetivo. La F es la sexta letra del alfabeto latino, por lo que este 38/1,8 tiene seis lentes. Un D.Zuiko, que lo hay en esta focal con una apertura máxima de f/2,8, tendría sólo 4 lentes. Vamos, que de acuerdo a lo que se llevaba en los años 60, el F.Zuiko sería un objetivo relativamente serio, con un fórmula óptica similar a los Planar de Carl Zeiss, mientras que el D.Zuiko sería el más económico, más de aficionado, con una fórmula óptica similar a los Tessar de la marca alemana. Estos solían ser bastante más compactos, pero como estamos con un sistema mucho más compacto que las réflex habituales de 35 mm, el F.Zuiko también es bastante ligero.

Con el segundo carrete que le he puesto a la Pen F, he seguido optando por la baja sensibilidad y el grano fino. Os recuerdo que al tener el negativo de esta cámara la mitad de tamaño que los habituales de película de 35 mm, el grano se hace más aparente al ampliar. Por lo que una película de grano fino, aprovechará mejor las calidades de estos objetivos. He utilizado un Ilford Pan F Plus, una película de grano fino de Harman. Realmente, en lo que es mi experiencia, es una película que ofrece una gran nitidez y definición. Pero que está más pensada para usar en estudio y condiciones de luz controladas, y tiene un contraste elevado. Así que su posible uso en luz diurna abundante puede conllevar situaciones de excesivo contraste más delicada. Quizá por eso siempre preferí cuando fue preciso un grano fino y alta nitidez, la Fujifilm Neopan 100 Acros, que aporta algo más de sensibilidad para una nitidez y grano que me parecen similares, no sé que dicen las pruebas técnicas, con un punto más de sensibilidad, y un contraste más sencillo de gestionar.

La usé durante buena parte de la excursión a Galve, con los chopos cabeceros y los dinosaurios, y también paseando por las calles de Zaragoza. He revelado la película con Kodak HC-110 en dilución E modificada. La dilución E es 1+47, mientras que la modificada es 1+49. Los cálculos para preparar los líquidos son más fáciles de hacer si tenemos que dividir por 50 que si tenemos que dividir por 48, y la diferencia en la dilución es muy pequeña, por lo que en la práctica se pueden mantener los tiempos recomendados, en este caso 5,5 minutos a 20 ºC. Si quieres añadirle unos segundo más al tiempo de revelado... pero probablemente esté en el margen de la variabilidad personal a la hora de procesar la película.

No he tenido ocasión de revisar todo el carrete. 72 fotos son muchas. Pero la impresión es que efectivamente en situaciones de luz contrastada, hay un poco de tensión entre las luces y las sombras, aunque de momento parece que en ningún momento se han bloqueados las sombras ni empastado las luces. Quizá hubiese sido conveniente una dilución H o aun un revelado desatendido con una dilución más elevada, para un efecto más compensador, que controle mejor el contraste. En fin... si conforme voy revisando el carrete voy encontrando algo que comentar, ya os diré. En general, los resultados son muy satisfactorios. Desde mi punto de vista, más que con la Rollei Retro 80S, aunque también pierdes algo de sensibilidad. Con el filtro amarillo, empiezas a tener problemas cuando la luz empieza a ser limitada en seguida.

Lomography Kino Berlin 400 a IE 200 con la Minox GT-E

Como ya comenté en su momento, recibí hace unos meses cinco carretes de regalo de película Lomography Kino Berlin 400 junto con otras películas de la marca. He utilizado dos hasta el momento. Y ya he comentado que es una película que no me disgusta. Pero que tiene un precio demasiado alto para lo que ofrece, por lo que en principio no encuentro razones de peso para comprarlas en un futuro. También había observado otra cuestión, a los tiempos de revelado recomendados con Kodak HC-110 para su sensibilidad nominal, he tenido siempre la sensación de que iba un poquito justa de sensibilidad. Así que estando en estas he decidido dedicar el tercero de los carretes a realizar un sencillo experimento, montándolo en mi pequeña Minox GT-E.

Básicamente, de lo que se ha tratado es de ajustar el exposímetro de la Minox a IE 250, lo que produciría una cierta sobreexposición de la película que permitiría sentirme menos preocupado por obtener unas sombras profundas bloqueadas. Eso sí, manteniendo el tiempo de revelado recomendado a IE 400 con Kodak HC-110, 7 minutos a 20 ºC con una agitación continua pero tranquila durante medio minuto y luego cuatro inversiones tranquilas cada minuto, con una dilución B, una parte de concentrado revelador en volumen por cada 31 partes de agua. Y con esas premisas, eché la cámara a la bolsa y me la llevé de paseo. El objetivo de mantener el tiempo de revelado es no producir una contraste excesivamente suave, en una película que no es excesivamente contrastada de partida.

Las Minox 35 exponen todas mediante un modo de automatismo con prioridad a la apertura. Tú eliges la apertura que te conviene, y ella te ofrece un tiempo de obturación rezonablemente adecuado. En caso de que exista un riesgo de subexposición por algún motivo, tienes una teclita para "contraluces", que duplica el tiempo de obturación. Algunas Minox 35 tienen la posibilidad de retener los valores de exposición pulsando el obturador a la mitad de su recorrido y luego recomponiendo el cuadro. Pero la GT-E no es de esas. Mi antigua ML sí, y es algo que hecho de menos, pero... me tengo que aguantar. Normalmente, con la tecla de "contraluces" me apaño. Pero si necesito hacer una corrección más profunda de la exposición, he de utilizar la rueda de selección de sensibilidades, para generar subexposiciones o sobreexposiciones a medida.

¿Cuál ha sido el resultado? Pues tras revelar a primera vista los negativos, me quedé con la sensación de que estaban bastante más densos que los carretes anteriores. Hasta ahora, este tipo de película lo había usado con la Pentax MX, y por la cabeza se me cruzó la plausible posibilidad de que ambas cámaras no midan de la misma forma la luz. Y que la Minox, comparada con la Pentax, sobreexponga. No lo descarto, aunque las diferencias no serían terribles. ¿Cuánto puede ser la diferencia? ¿Un tercio de paso, medio paso? No creo que vaya más allá. Aunque me dejo pendiente como deberes comprobarlo de alguna forma. No debería ser difícil.

Lo que sí sé es que cuando he digitalizado los negativos con la cámara digital Panasonic Lumix G9 y el objetivo macro Leica DG Macro-Elmarit 45/2,8 ASPH Mega OIS, el histograma de la cámara, y luego de las imágenes digitalizadas, era bastante estrecho, denotando un contraste bastante suave. Por lo que luego no he tenido ningún problema, sobre los archivos RAW de la Lumix, para extender el contraste conservando todo tipo de detalles tanto en las altas luces como en las sombras. Aunque esto siempre supone levantar un poco el grano de la película. Que por haber sido expuesta a menor índice de exposición, esperaba que fuera menos. Al final, lo comido por lo servido. El resultado no ha estado mal. Pero quizá no merezca tanto la pena como pensaba el perder esa sensibilidad.  Lo único que tengo que hacer con los carretes que me quedan es exponer a su sensibilidad nominal, ser cuidadoso con la medición en las sombras, especialmente en las tomas de alto contraste, evitando que se bloqueen y revelar normalmente. Y cuando se acaben... pues nos dedicaremos a la Ilford HP5 Plus 400.

Polaroids en blanco y negro para la mañana electoral

Hacía año y medio que no sacaba a pasear las Polaroids. Lo cierto es que, tras una temporada en la que estuve ilusionado con este medio, las limitaciones de algunas cámaras, las limitaciones de las películas Polaroid Originals en cuanto a estabilidad en los resultados y el precio que alcanzan las películas, especialmente las fórmulas de bajo consumo como las Spectra/ImageSystem... me fueron desencantando. Y así mi cuenta en Instagram dedicada a la fotografía instantánea se paró en seco.

De vez en cuando le doy la vuelta a las alternativas. Evidentemente, la compra de una cámara nueva podría conllevar la posibilidad de usar película con menos costes. Lo cual pasaría por tres posibilidades.

Las nuevas cámaras de Polaroid Originals que usan película similar a la de tipo 600, pero con batería incorporada, lo que permite que la película se venda en cartuchos más sencillos, sin pila incluida, y algo más baratos. Pero seguimos hablando de casi 16 euros por 8 exposiciones, a 2 euros la foto. Más la amortización de la cámara. Frente a los casi 20 euros/8 exposiciones de la tipo 600 o Spectra. Mantenemos el problema de la inestabilidad de la emulsión.

Las cámaras Instax de Fujifilm, de las cuales las más atractivas serían las Square, que se pueden conseguir por entre 10 y 12 euros el cartucho de 10 exposiciones. Lo que reduce el coste a casi la mitad. Aunque son algo más pequeñitas. La estabilidad y la calidad es mayor... pero las cámaras resultan decepcionante flojas, especialmente la óptica y el sistema de exposición de la película. Y las híbridas que son en realidad cámaras digitales que imprimen sobre la película fotográfica me parecen "trampa". La calidad final es algo mayor,... pero no es a lo que íbamos. Y además son cámaras apreciablemente más caras. Y hay otro problema... no han sacado a la venta versión monocroma de la Instax Square... que yo sepa.Las cámaras de Lomography... que se han centrado en el tipo de película Instax de Fujifilm. Y que son una mezcolanza de aparatos de calidad constructiva discutible,... que no acaban de apetecer lo que pagas por ellos. Es el problema eterno de Lomography, venden tajo bajo a precio de "lomo".

En fin; que mientras tanto, tenía olvidadas mis Polaroids. Y encima con algunos cartuchos medio olvidados en el frigorífico. Así que este domingo pasado, decidimos "celebrar" la estupidez de tener que ir a votar innecesariamente a unas elecciones generales, seis meses después de las anteriores, elecciones cuyos resultados no son precisamente halagüeños para la democracia y las libertades. Y me llevé la Polaroid Supercolor 635, con un par de cartuchos Polaroid Originals tipo 600 en blanco y negro. También me llevé el que me queda en color, pero no lo llegué a usar. Las fotos de la gente, los amigos que quedamos después de votar para ir a tomar el tradicional aperitivo dominical, esas, quedan en la intimidad de las relaciones personales. Aquí os dejo intercaladas algunas otras que hice en una mañana relativamente desapacible, aunque las conidiciones de luz no eran del todo malas. Ya sólo me quedan dos cartuchos en la nevera; un de tipo 600 y otro de tipo Spectra. Antes de final de año tengo intención de haberlos finiquitado. Luego ya veremos a ver qué pasa.